La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) aprobó el Sistema Fiscal de Trazabilidad Animal (Sifta), que tiene como objetivo la identificación y trazabilidad electrónica de la totalidad del ganado existente en el país.

En principio, y de acuerdo a lo que establece la resolución 3649/14, esta medida se aplicará sólo al ganado bovino.

La trazabilidad implica la aplicación de dispositivos de identificación para incorporar a la base informática de la AFIP los datos de cada animal. Así, se registrarán nacimientos, muertes, traslados, faena, transformación industrial, comercialización y demás supuestos de naturaleza imponible necesarios para obtener un informe de toda la historia del animal. También incluye las transacciones con o sin cambio de titularidad.

En cuanto a los dispositivos identificatorios, la AFIP comunicó que sólo podrán ser vendidos a los usuarios aquellos que, luego de homologados por el organismo, sean comercializados por empresas proveedoras autorizadas.

En tanto, la resolución también indica que la AFIP podrá solicitar la participación de otras oficinas, organismos o institutos especializados en el ámbito nacional. Asimismo, se creará el Registro Fiscal de Operadores del Sifta, que formará parte de los “Registros Oficiales” del “Sistema Registrar”.

Cuestionamientos

El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis Miguel Etchevehere, advirtió que el Gobierno nacional busca “cargarles una factura de U$S 500 millones a los productores” con el nuevo sistema informático para controlar los movimientos de bovinos, que prevé poner en marcha la AFIP.

“Quieren sacar un chip que va a significar un negocio millonario. Necesitamos que haya un plan integral para recuperar la ganadería, no sólo controlar algo que ya está controlado por el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria)”, dijo. “Se duplicará la información, cuando hay 135 frigoríficos cerrados, más de 10.000 trabajadores de la carne en la calle y desaparecieron 16.000 ganaderos”, protestó.

Por su parte, el titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, también criticó la medida: “Suena raro ponerle un chip a cada vaca y más raro es que lo haga la AFIP”, se quejó, y estimó que la iniciativa “tiene claramente un sentido fiscalista y nada más”. Cuestionó, además, que será un costo adicional que recaerá sobre los productores.